Cuando Iris tenía 5 añitos, su abuelo Nino empezó a contarle unos cuentos que empezaban con la letra  “m”. Palabras sencillas que giraban alrededor de “mamá”, dibujitos, frases con “m”. Después lo mismo con la letra “p” y las vocales. Y frases en las que entraban lo aprendido con la letra “m” y la nueva “p”. Los cuentos unían la palabra “mamá” con la palabra “papá” y se basaban en mezclar sílabas directas conocidas y palabras conocidas por el nuevo lector y mezclarlas con las nuevas. Después se iba avanzando con otras consonantes.  Ahora que Pol está empezando a leer, el autor vuelve a usar el método con su nieto. Empezando por las sílabas fáciles, y dedicándole tiempo, es éxito está asegurado.